HISTORIA DE LAS IMÁGENES.
En el capítulo 8 del libro “Historia de las imágenes” de Ivan Gaskell se trata una vez más la historia del arte como disciplina académica, cual es su función y su relación con los historiadores generales. Gaskell piensa que los historiadores se sienten más cómodos usando los registros escritos y no los visuales y que por ellos, a veces, marginan el estudio de las imágenes usándolas solo para las ilustraciones. Tras ello comienza a explicar que entiende el por historia del arte e historia, “El discurso de los historiadores” y “Aquellos artefactos y conceptos generados por quienes son llamados artistas” y dice que la historia del arte no es una subdisciplina de la historia. A continuación comienza con el análisis de los materiales visuales y los distingue del arte, para la definición del material visual nombra tres instituciones occidentales que son, el personal de salas de subastas y coleccionistas, el personal de museos y galerías públicas, y por último los historiadores del arte, los editores y profesores de arte. Y dice que cada uno de estos muestran relaciones de interdependencia los unos de los otros aunque alguno intente desligarse de esa realidad. Una vez establecida la definición del concepto “material visual” y decir que este está ligado de una manera fundamental al mundo del comercio, empieza a tratar la distinción entre artes decorativas y bellas artes y realizar una breve disertación entre la arquitectura del pasado, entendida como expresión del artista y la arquitectura de hoy, solo vista como una profesión de prestigio. Ahora le toca el turno a los museos, según Gaskell los museos han sufrió una “popularización”, la cultura popular está inundando los museos con exposiciones de objetos comunes que a la gente les suele asombrar, ya sea porque pertenecieron a un personaje famoso o porque les trasmite nostalgia, esto ocurre de igual manera en el mundo del coleccionismo.
La libertad guiando al pueblo. Delacroix. Museo del Louvre.
Después de todo esto el británico llega al conocimiento del material visual, y dice que para entenderlo de una manera óptima se necesitan tener en cuenta tres conceptos teóricos, la autoría, la canonicidad y la interpretación. El primero de estos conceptos hace referencia a la importancia de la labor de los peritos del arte, del trabajo pericial y como se realiza y el por qué es importante el establecimiento de una autoría en una obra de arte. En el segundo de los conceptos Ivan Gaskell comienza con demostrar que no es sencillo desligar el conocimiento de la opinión y que es algo que siempre estará unido. Cuando empieza a abordar de manera directa el tema de la cononicidad pone de ejemplo a Sandro Boticelli, que cuyas obras fueron ignoradas durante el siglo XVII, dice que los historiadores tienen que investigar los cánones artísticos mediante el análisis y la archivística. Piensa también que el perito artístico tiene un papel muy importante en la canonicidad, y tras poner varios ejemplos de las pinturas de Boticelli acerca de esta cuestión sigue con que la canonicidad mantiene una deuda con textos fundacionales como “la vida de los artistas” de Vasari. El canon parece ser que está sometido a la modificación y que estos afectan al mercado, a los museos y a las instituciones artísticas. El último de los conceptos que trata es el de la interpretación y se refiere a la interpretación de los historiadores del arte acerca de las distintas obras que analizan. Dice que la interpretación pictórica es el reflejo del material visual, y que cada vez está más afectada por los criterios de la “historia al gusto”, pero que en el mundo académico esto no tiene lugar. También muestra como la consideración histórica y el material ideológico son algo que siempre está presente en la interpretación y el análisis de las obras de arte y que según el historiador este análisis será de una manera u otra. Y acaba refiriéndose de nuevo al concepto de historia.
FIRD.
HÉCTOR LINARES GONZÁLEZ.
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